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Un pequeño acudió a la dependencia policial en Santa María para solicitar a los efectivos que lo ayuden ante los reiterados hechos de violencia que le propinaba su propia madre.
En niño narró las aberrantes situaciones a los que era sometido.
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En un testimonio desgarrador relató que su progenitora le había propinado una golpiza por llevar un trompo a la escuela para jugar en el recreo.
El padre del menor ya había puesto en conocimiento de la justicia de episodios violentos que sufría su hijo, sin embargo no obtuvo respuestas y la tenencia continuó a cargo de la mujer.
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